Este post lo hago en parte como reflexión por el Blog action day, donde 15.000 blogs de todo el mundo enfocaron sus opiniones ayer sobre la ecología. Los derechos ecológicos se pusieron de moda de veinte años para acá, incluso, existe una especialización de esta área del Derecho denominada Derecho Ambiental.
Aunque no quiero presumir como especialista en esta materia, quiero que nosotros los abogados reflexionemos sobre los derechos ecológicos, y darles un nuevo giro, ya que estos no pueden estar únicamente en función del ser humano, si no como mandato moral con el fin de proteger a nuestros hermanos menores como son los animales, y al planeta en general como nuestro hogar.
Los derechos ecológicos deben tener como fundamento el imperativo categórico moral ( como diría Kant), la moral como dirección del bien hacia el cuidado de la vida, y la vida no sólo como comprensión de lo humano si no de la vida en general. Es cierto, que los animales y las plantas nos sirven a los humanos, pero este servicio debe comprenderse de manera racional, y gradualmente entender que somos un cuerpo único en este maravilloso planeta, ya que como dije en el blog de filantropía, cuidar el medio ambiente también es cuidar al ser humano.
Por lo tanto, hago un llamado a los legisladores del mundo para que los derechos ecológicos entren en nueva fase, en la fase del cuidado a la ecología como imperativo moral. El viernes pasado conocimos que el ex-vicepresidente de Estados Unidos Al Gore ganó el Premio Nobel de la paz, por su trabajo en dirección a la concientización de las personas sobre el calentamiento global, que no va a afectar al hombre exclusivamente, si no a todas las especies vivas. Un buena oportunidad para que los gobernantes le den un nuevo aire a la legislación ambiental.
Aunque no quiero presumir como especialista en esta materia, quiero que nosotros los abogados reflexionemos sobre los derechos ecológicos, y darles un nuevo giro, ya que estos no pueden estar únicamente en función del ser humano, si no como mandato moral con el fin de proteger a nuestros hermanos menores como son los animales, y al planeta en general como nuestro hogar.
Los derechos ecológicos deben tener como fundamento el imperativo categórico moral ( como diría Kant), la moral como dirección del bien hacia el cuidado de la vida, y la vida no sólo como comprensión de lo humano si no de la vida en general. Es cierto, que los animales y las plantas nos sirven a los humanos, pero este servicio debe comprenderse de manera racional, y gradualmente entender que somos un cuerpo único en este maravilloso planeta, ya que como dije en el blog de filantropía, cuidar el medio ambiente también es cuidar al ser humano.
Por lo tanto, hago un llamado a los legisladores del mundo para que los derechos ecológicos entren en nueva fase, en la fase del cuidado a la ecología como imperativo moral. El viernes pasado conocimos que el ex-vicepresidente de Estados Unidos Al Gore ganó el Premio Nobel de la paz, por su trabajo en dirección a la concientización de las personas sobre el calentamiento global, que no va a afectar al hombre exclusivamente, si no a todas las especies vivas. Un buena oportunidad para que los gobernantes le den un nuevo aire a la legislación ambiental.
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