EL PAPEL DEL ABOGADO ANTE LA CRISIS GLOBAL

Una fuerte crisis afecta la economía del mundo. En este escrito no quiero analizar las causas de esta situación, ya que los especialistas en la materia han ilustrado de manera amplia esta coyuntura.
Como este es un blog jurídico, me gustaría saber ¿cuál debe ser el papel del abogado frente a esta situación?, muchos dirán, con toda razón, que el jurista no tiene velas en este entierro, pero ¿será así?, ¿será que el abogado no tiene algo que decir en todo esto?, o ¿está libre de culpa?.
La crisis financiera que ha afectado principalmente a Estados Unidos y a Europa amenaza con provocar consecuencias sobre todo el planeta, no en vano el país del Norte es la principal economía del mundo, y Europa es el continente que junto con Estados Unidos han determinado los destinos del hemisferio occidental en los últimos sesenta años.
Los abogados miramos con expectativa esta crisis, esperamos que los economistas den soluciones salomónicas para enfrentar los problemas, y posiblemente salir indemnes de esta situación.
En este blog, he planteado varias veces lo que debería ser la nueva ética del abogado, la posición del jurista frente a un mundo globalizado, ya que indudablemente estamos viviendo una época de transformaciones y cambios muy drásticos que afectarán nuestras vidas con o sin nuestro querer.
El abogado como representante de la defensa de la justicia tiene un deber frente a estos cambios y frente a estas coyunturas, desde los tiempos de Roma, cuando el ad vocatum de manera honoraria defendía a una persona en un litigio, la justicia ha sido el objetivo de la profesión jurídica. La justicia, que tantos dolores de cabeza nos causa a los profesores definirla, y que después de varios siglos no ha sido posible definirla, pero sí ha sido ilustrada, como una señora que no puede ver pero que tiene una balanza en una de sus manos. Y es que eso es la justicia, es una balanza, un equilibrio, una medida que está en el medio, porque así funciona la naturaleza, con equilibrio.
Ante la crisis global, que no es sólo la financiera, sino también la medioambiental, la social, la del hambre, la de la violencia, los abogados sí tenemos algo que decir, o por lo menos, sí tenemos un papel que desempeñar.
Para aquel abogado que se limita a defender a un cliente y recibir unos honorarios, este artículo sonará como si leyera a Isaac Asimov (cultor de la ciencia-ficción) o a alguna obra de Ray Bradbury, pero para el abogado convencido de su misión como operador de justicia y de verdad, las cosas que suceden le pueden inquietar.
Los abogados, como ya he dicho en otras ocasiones, no podemos perder la perspectiva, la sociedad nos reclama como caballeros que luchan por el equilibrio y la armonía en la sociedad, como seres que buscan la justicia en toda ocasión, y hoy, cuando el mundo se debate entre mil problemas planetarios, que atentan contra la especie humana, el abogado no puede quedarse pacíficamente en su oficina estirando sus tirantas y contando el dinero que le llega a sus cuentas bancarias, porque de pronto si asume de manera pasiva todos estos acontecimientos el curso de la historia y el espíritu del absoluto, como decía Hegel, le pueden dar una desagradable sorpresa, ya que lo que no ayuda no sirve, y si los juristas no ajustamos los criterios de equidad, de equilibrio y de armonía en nuestros entornos, nuestra profesión será revisada inevitablemente por el veredicto de la historia.
Los abogados no podemos permanecer impasibles ante estas crisis que nos agobian, como decía un compañero en un encuentro virtual de blawgers de hace una semana "los abogados no estamos acostumbrados a hablar de la pobreza", y claro porque nuestro objetivo ha sido el de acumular riqueza a través de la operación jurídica, sin detenernos a pensar en el papel esencial del jurista, del que defiende la verdad y los valores, en la sociedad.
Y es que vivimos una crisis de valores, de equilibrio moral, lo bueno se ha transmutado en malo y lo malo en bueno, y los juristas felices jugando golf en el club o tomando whisky en el restaurante. Si el abogado global no recompone su profesión, posiblemente la justicia nos pase la cuenta a los abogados, porque fuimos inferiores a nuestros deberes como operadores de los principios más sublimes de la especie humana. Es verdad, todo en lo humano está en revisión, pero es que desde mi punto de vista como abogado, veo nuestra profesión con preocupación, ya que se ha perdido el rumbo, y obviamente hay exquisitas excepciones, pero en lo general los abogados estamos quedados frente a la crisis global.
Lo global es lo planetario, lo humano, los actuales acontecimientos nos ponen contra la pared, pero muchos no se han dado cuenta, los juristas debemos dar soluciones a la crisis global, en lo medioambiental, en lo social, en la crisis del hambre, debemos colaborar para recobrar el equilibrio planetario, porque en algún momento de nuestra historia, nos perdimos, nos fuimos de forma decadente hacia una modorra de conciencia humana, perdimos el sendero, y nos fuimos por el facilismo del "no pensar", de que las cosas ya estaban hechas, o nos llegaban hechas.
Quiero ver a los abogados proponiendo soluciones, quiero ver a los abogados meditando sobre nuestra profesión en la actual coyuntura, no quiero ver a mis colegas alegando que los yuppies financistas la embarraron, porque es que aquí, y es verdad, todos la embarramos.
Una abogacía llena de valores humanos, con una teleología clara, con una posición frente a la equidad global, eso es lo que quiero ver, quiero ver a mis colegas plenos de pensamiento crítico, de autocrítica también, y de responsabilidad, porque es que aquí ha faltado responsabilidad, se culpa al modelo capitalista, pero el modelo no es el problema, sino los fundamentos sobre los que hemos operado en este modelo, la libertad se convirtió en libertinaje, y el mercado en una ruleta de casino, el capitalismo sí sirve, y los abogados hemos prosperado con este modelo, pero ahora debemos poner nuestra cuota parte de responsabilidad intelectual, para que lo global no nos vea como actores pasivos de una tragedia que quién sabe como resultará al final.
Y ahora con esperanza, colegas abogados miremos hacia el porvenir con honor, no miremos hacia otro lado para camuflarnos en lo que nos toque soportar, sino que asumamos nuestro papel como "artesanos de la sociedad", para que nuestro salario no sólo sea a corto plazo, sino que a futuro, con la cabeza erguida, podamos decir que ayudamos a conjurar la crisis global.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"...si los juristas no ajustamos los criterios de equidad, de equilibrio y de armonía en nuestros entornos, nuestra profesión será revisada inevitablemente por el veredicto de la historia".

¡Excelente! (... jajajaja, pero no con tono Mr. Burns)

Anónimo dijo...

Carlos Javier : Me alegra que te haya parecido excelente la frase, saludos.

felipe dijo...

Interezante articulo por cierto hay una web de abogados que me encontre por ahi que posee SOLUCIONES ABOGADOS

Francisco dijo...

Felipe : Gracias por la información, saludos.

Anónimo dijo...

Recientemente encontre un articulo parecido sobre este tema de abogados, el papel del abogado debe ser activo en esta situacion

Francisco dijo...

Señores Soluciones abogados: Sí, ya nos dimos cuenta de la existencia de su página web, muy interesante. Gracias por los comentarios, y espero que el artículo que mencionan no sea muy similar al mío, por aquello de mis "derechos de autor", saludos.