Estar en el mundo para un intolerante es difícil. Las personas tienen muchas opiniones, cada persona es un universo aparte. Respetar las opiniones es fundamental para la convivencia, y la ideología termina siendo un camino peligroso para el librepensador.
El mundo que antes estaba polarizado durante la guerra fría, ahora está unificado: una sola ideología, el paradigma de Fukuyama. El capitalismo triunfó ante un delirante burocratismo socialista, y todos felices. Todos a trabajar. El pensamiento ya no es pensamiento es técnica, es una herramienta, los centros de formación no forman para pensar sino para actuar, y todo es complejo para el que decide soñar con una utopía.
Muy poético este post, pero es que como decía Julio Cortázar "Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino". Qué razón tenía este escritor, lo erótico y lo lúdico, ya no importan, estamos mercantilizados en el juego aparente de lo serio y lo útil. Bagatela imperante de un mundo sin futuro, ánfora esquizofrénica de un ademán adecuado, holgazán espúreo desequilibrado o quejido invertido de una sola columna. Todo da lo mismo, el lenguaje ya no importa, ya no importan las miradas, ni los sonidos, sólo las acciones, las revoluciones pasaron de moda y ahora los que hacen revolución son los que se dedican a la moda.
Razón tenía mi difunta mamá cuando me dijo antes de morir: "La vida hay que afrontarla como venga", muy sabia era ella, fue mi maestra hasta su último día en este mundo, y cómo no pensar en eso. La vida es para quienes no piensan diferente, para los que piensan como todos, los que se individualizan pierden, pierden todo, pierden hasta su calma, pierden su dicha.
La sociedad de los que no piensan como yo, a esa sociedad quiero pertenecer, para debatir, para vivir, para demostrar que estoy equivocado, o que estoy en lo correcto, da lo mismo, miserable espera de una efímera compasión, dulce agotado en un trago amargo por un amor. Sigue el lenguaje, es lo único que tenemos los librepensadores.
Reverso angustioso de un mundo libre, es un mundo encarcelado por su propia intolerancia, por su propia falta de libertad y de compasión. Segmento decadente de una fotografía en blanco. Vuelvo al lenguaje, que es lo único que nos salva. Gracias por el agua, y por el viento. Gracias por no pensar como yo. Gracias por ser diferente. El reverso de un mundo atrofiado por su propia falta de tolerancia.
Escribo en un blog jurídico para que los lectores simplemente lean, y hasta piensen, o piensen o lean al mismo tiempo, o primero lean y después piensen. Me gusta que los lectores primero lean y después piensen, a todos los escritores nos gusta eso, ¿pero qué pasa si después de leernos no piensan nada los lectores? Eso angustia, me angustia mucho, porque les he creado un vacío, les he creado una paradoja en su mente que no tiene solución, y para algunos eso es un triunfo, yo quiero crear pensamiento, pero mis escritos generan vacíos, ¡qué pereza! Ahora debo seguir escribiendo, para que la primavera que nunca he visto no me oiga, y para que el verano me seduzca.
En un blog jurídico me he convertido, quisiera poner un blog de cocina, pero es que no sé cocinar, y no quiero improvisar, quiero que me aprueben. Y hoy compruebo, que soy intolerante, no con los demás, sino conmigo mismo, no aguanto ver escritas cosas sin sentido en mis blogs, y es que todo debe tener sentido, o para qué escribir.
Y como decía Voltaire: "No comparto lo que usted dice, pero daría toda mi vida para que lo dijera".
3 comentarios:
Gracias por la reocmendación, saludos.
de acuerdo. Esta es uan sociedad unilateral oculta bajo la fachada de la libertad. Somos hombres libres, pero pensamos como una dictadura. Y no sólo porque todo el mundo piense igual, sino porque quienes piensan diferente quieren imponer a los demás sus creencias.
Juankmu: Puede ser, la dictadura de la minoría, el sueño Orweliano, saludos.
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