Hace poco estuve ojeando el libro de memorias del banquero David Rockefeller, quien entre otras cosas fue por muchos años presidente del Chase Manhattan Bank y uno de los más influyentes personajes de los últimos 50 años en Estados Unidos. En su libro autobiográfico Rockefeller deja entrever sus más enconadas antipatías hacia el modelo keynesiano de intervención en la economía, hacia las ideas socialistas del profesor Harold Laski, y su admiración hacia la escuela de Chicago y al profesor Schumpeter.
Cualquiera diría que estoy descubriendo que el agua moja, que obviamente un banquero como Rockefeller lo último que puede estimar es a la Izquierda y a las ideas de control de la economía por parte del Estado, sin embargo, también es importante reconocer que Rockefeller a pesar de su alergia hacia esas ideas intervencionistas es partidario del modelo de acción filantrópica y de una especie de "responsabilidad social" por parte de los empresarios.
El neoliberalismo en su máxima expresión es partidario de dejar al mercado completamente libre, y al Estado reducido a su más mínima expresión o como simple árbitro de las fuerzas de la economía. Las antipatías de Rockefeller hacia el modelo intervencionista lo llevan a calificar a Laski de "flautista de Hamelin", y a ubicar al liberal Schumpeter como uno de sus mejores profesores. Es curioso, sin embargo, que dentro de la hoja de vida de Rockefeller aparece su tesis de grado en Harvard dedicada al "socialismo fabiano", y al hecho de haber estudiado en el London School of Economics, institución que se creo para fomentar la implantación del modelo de "estado de bienestar" en Inglaterra a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Rockefeller sin duda alguna representa al capitalista puro, al neoliberal por excelencia diríamos hoy en día, sin embargo, no podemos olvidarnos de las contribuciones de su familia a la educación, a la salud, al medio ambiente, y a la cultura en el mundo, a través de la Universidad de Chicago, la Fundación Rockefeller, la Universidad Rockefeller, y a otras muchas instituciones de beneficencia y de filantropía. De hecho, fue el abuelo de David Rockefeller quien inició en Estados Unidos la constumbre de contribuir con grandes sumas dinero a la sociedad, de cierta forma podemos decir que inició el modelo del filantrocapitalismo (ver blog de filantropía aquí), y que por lo tanto posiblemente David Rockefeller sea un capitalista compasivo o un capitalista creativo (en la versión de Bill Gates).
El modelo neoliberal plantea una idea interesante: el desarrollo individual, sin embargo, los amigos de la Tercera vía (como Tony Blair) plantean que el Estado no puede ser sin embargo un convidado de piedra frente a los desajustes sociales y que por ello no puede ser sólo un simple árbitro. Podemos decir, entonces, que el modelo que le gusta a David Rockefeller, el del capitalismo puro, el del liberalismo clásico, en los últimos años se ha venido matizando, que el desarrollo individual es necesario, pero que el Estado también debe entrar a proteger a los débiles y a corregir los errores del mercado, yo creo que el mismo Rockefeller piensa esto mismo, y que las cosas ya no se pueden ver tan en blanco y negro, y que el mundo marcha hacia un capitalismo filantrópico del techo político (¿ qué es esto? mirar el blog de filantropía).
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