Una vez conocidos los resultados del denominado supermartes, podemos asegurar que el ex gobernador de Massachusetts será el candidato republicano que competirá por la presidencia de Estados Unidos con Barack Obama en noviembre de 2012.
Romney es un empresario cuya fortuna, según algunos analistas, supera los doscientos millones de dólares. Sería la persona con más dinero en ocupar la Casa Blanca. Romney fue gobernador del estado de Massachusetts, y compitió por la candidatura republicana con el senador John McCain en 2008.
Romney, sin embargo, es percibido como "moderado" por la denominada ultraderecha conservadora de su partido, un defecto apreciable si se tiene en cuenta que sus oponentes republicanos Rick Santorum y Newt Gingrich representan el ala más recalcitrante del partido de Lincoln. Y, aunque las cosas no han estado fáciles para Romney, muy seguramente será el oponente de Barack Obama en noviembre de 2012, si es que no ocurre nada excepcional.
Obama fue elegido presidente, en una campaña muy controvertida, ya que su nominación como candidato demócrata dejó muchas dudas en la base de su agrupación política. Hillary Clinton obtuvo más votos de la gente del común, pero Obama al final la derrotó por contar con el apoyo de los superdelegados. La presidencia de Obama no ha estado alejada de las polémicas en torno a la muy prometida reforma inmigratoria que no se ha dado, a la reforma a la salud que muchos tildan de "socialista", a la salida de las tropas de Irak y Afganistán, a la imposibilidad del cierre de la cárcel de Guantánamo, a la crisis económica, y a las tensiones con Irán y Siria.
Obama todavía tiene una gran popularidad, a pesar del desinfle de su presidencia. Generó muchas expectativas, pero la sensación es que no ha podido cumplir lo que prometió. Los norteamericanos ya no tienen ese entusiasmo que generó su candidatura en 2008, se le ve como un gobernante incumplido y débil. La popularidad del presidente afroamericano se basó en la pretendida promesa de arreglar el rumbo de Estados Unidos, ya que la era Bush dejó al país desmoralizado, endeudado, y con una imagen de abusador internacional. La sonrisa y los discursos no han servido del todo para enderazar esa dirección.
En estas condiciones aparece Mitt Romney como el más seguro candidato republicano para las elecciones de noviembre de 2012. Sin embargo, su religión mormona y sus posiciones de centro-derecha no han calado del todo en el clásico votante republicano. Romney desplegó una campaña donde han circulado muchos dólares, la infraestrutura de su labor proselitista es envidiable, y al parecer cuenta con el apoyo de Wall Street para obtener la nominación. A pesar de todo lo anterior, Romney no ha podido dejar atrás a Santorum y a Gingrich, quienes critican a Romney por proponer cosas que se parecen a las que ha implementado Obama. Para el republicano pura sangre Romney no es un derechista convencido, y ésta será su mayor dificultad para imponerse del todo antes de la convención de su partido.
Si Romney finalmente obtiene la nominación, las cosas serán más complicadas en la elección de noviembre, ya que Obama llega con un presupuesto de campaña muy holgado, una imagen desgastada pero no destruida, y un posible acompañamiento en la fórmula vicepresidencial de Hillary Clinton, aunque todavía no se ha dicho nada sobre ese punto. Las encuestas colocan al presidente afroamericano por encima de los republicanos, y si se siguen caldeando los ánimos en esa tolda, no sería raro que el partido llegara dividido a la elección de noviembre lo cual dejaría a Obama con el camino libre para un nuevo mandato.
Fuente de la fotografía: www.mittromney.com
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