Los profesores de derecho, ciencia política, historia, filosofía, y en general, de ciencia sociales, estamos acostumbrados a hablar de derecha, izquierda, y centro. La derecha es un extremo teórico ligado al pensamiento conservador, a la libertad de empresa, al capitalismo, y en general, a todo lo que tiene que ver con la apertura económica interna y externa. La izquierda, está ligada al intervencionismo estatal, al socialismo, y al burocratismo. El centro sería un punto medio, entre la libertad de empresa y el intervencionismo de Estado. Sin embargo, esta descripción de las ideas políticas ya no sirve para resolver los problemas más urgentes de la sociedad. El espectro político en línea recta termina por etiquetar a quienes desean resolver esos problemas. Fulanito es de derecha, entonces es un "facho"; o sutanito es de izquierda, entonces es un "mamerto". Todo este "etiquetage político" es inútil en las actuales circunstancias del mundo. Para fines del show, describir a un candidato como de izquierda moderada es apetecible, o como de centro derecha también. Pero los problemas quedan ahí, y no se resuelve nada. La lucha entre la derecha, el centro, y la izquierda, se queda ahí, en una pelea interminable, mientras los problemas subsisten. El techo político es un propuesta de alcance intelectual, mental, ideológico, que trasciende los pormenores de la politiquería ordinaria. Se llama del techo político, porque está por encima de las luchas partidistas, es un esfuerzo para poner de acuerdo a la sociedad sobre valores fundamentales como la cooperación, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la compasión, etc. Infundir valores positivos es la clave para resolver problemas globales y locales; la lucha partidista genera un show, pero la coyuntura de crisis permanece. El techo político es la clave para trascender estos problemas. La refriega entre la derecha, la izquierda, y el centro, sólo genera "circo para el pueblo" como decía Maquiavelo, mientras tanto los enemigos de la libertad y del progreso humano sonríen satisfechos porque las personas están distraídas en pequeñas luchas, y las estructuras problemáticas subsisten.
1 comentario:
Absolutamente de acuerdo. Ojalá los valores de los que hablas calasen realmente en la sociedad y fueran el motor para nuevos proyectos de convivencia, una vez que las tradicionales distinciones derecha/izquierda se han demostrado periclitadas en las sociedades modernas.
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