Obama quiere repetir

El presidente de Estados Unidos quiere ser reelegido en 2012, así lo anunció mediante un video en Youtube. La carrera por ocupar la la Casa Blanca ya comenzó, y las cosas están poco claras a pesar de lo que piensan muchos analistas políticos. El presidente No. 44 de Estados Unidos es el primer afroamericano en ocupar este cargo, sin embargo, sus dos primeros años de gobierno han estado marcados por una especie de frialdad en cuanto al cumplimiento de las promesas electorales.

Obama prometió subsanar la crisis financiera que se produjo en 2008, para esto, logró que el Congreso diera una ayuda multimillonaria de más de 700.000 millones de dólares. El sistema financiero no colapsó, pero, muchos críticos afirman que las causas primarias que dieron lugar a la crisis no se han modificado. La falta de control por parte del gobierno frente al sistema financiero todavía sigue incólume. Wall Street logró que Obama los salvara, pero no logró que Obama emitiera una ley para supervisarlos de manera conveniente. 

Las guerras de Irak y Afganistán, las cuales generaron un dolor de cabeza para George W. Bush, no han podido ser resueltas de manera convincente. Las tropas de combate de Estados Unidos ya abandonaron Irak, pero quedaron todavía varios asesores y miembros del ejército norteamericano pendientes de la consolidación de la fuerzas de seguridad irakíes. Irak fue un fiasco para la administración Bush, pero Obama no logró que Estados Unidos diera su parte de victoria en este conflicto en el cual murieron más de 3.000 soldados americanos y más de 600.000 civiles. El caso de Afganistán es peor, hay una guerra abierta que no parece tener una pronta solución, y la administración de Estados Unidos quiere llevar más soldados a este frente de batalla para salir de este embrollo que no parece tener una solución a corto plazo. 

La reforma sanitaria que planteó Obama, muy criticada por parte del partido Republicano, no fue lo que se esperaba, no fue la gran reforma y tampoco dejó muy convencidos a los sectores que realmente querían ver un cambio en este aspecto. La "opción pública" terminó siendo la propuesta del ejecutivo norteamericano. Hoy en día, los republicanos luchan para tumbar esta reforma, que no dejó contento a nadie. La verdad es que en este punto Obama se la jugó el todo por el todo y no ganó, u obtuvo un triunfo a medias.

Sobre la promesa de cerrar la cárcel de Guantánamo, las cosas siguen en el mismo punto donde las dejó Bush, y no parece tampoco que exista una solución a corto plazo para este problema. Estados Unidos no quiere recibir a los presos de Guantánamo porque la tesis del gobierno es que son terroristas que no pueden gozar de los derechos de cualquier imputado en territorio americano, a pesar de la posición de la Suprema Corte. Europa tampoco los quiere recibir, porque son una papa caliente, y los otros países menos, por lo tanto esta promesa ha quedado en el limbo, y no se sabe nada hacia futuro sobre esto. 

El desempleo en Estados Unidos sigue siendo alto, los ciudadanos de este país continuan alarmados por la falta de oportunidades para acceder a un puesto laboral formal. Esta situación es la que más preocupa al ciudadano común y corriente, y tal vez sea la piedra en el zapato para Obama en el 2012 con miras a su reelección.

Las relaciones internacionales pasan por un momento extraño para Estados Unidos, por un lado la intervención en Libia ha llevado a que Obama sea visto como un nuevo forastero en territorio extranjero, como lo fue Bush en su momento, la falta de objetivos concretos por parte de la OTAN es la mayor crítica que se hace a esta operación militar, y por lo tanto Obama aparece como el responsable de esta falta de objetivos claros. Las relaciones con China pasan por un buen momento, aunque se ha creado una nueva guerra fría entre las dos superpotencias a raíz del manejo de las monedas. Europa, recibió la elección de Obama con júbilo y alegría, pero hoy en día las cosas se han enfriado bastante, a pesar de que los suecos le dieron el premio Nobel de la Paz en 2009.

Con Lationoamérica Obama ha estado muy cauteloso, casi que indiferente, la reciente visita del mandatario estadounidense estuvo llena de críticas y de pocas expectativas. Para muchos analistas Obama vino a Brasil, a Chile y a El Salvador con un poco de discursos pero con pocas definiciones, eso sin contar las críticas que le llovieron por no haber venido a Colombia, a Perú, y a Panamá, que son los países más cercanos a Estados Unidos en la región.

Por los lados del partido Republicano las cosas están enredadas, todavía no hay aspirantes firmes o contundentes que estén tratando de hacer frente a la candidatura de Obama. El ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee, y el millonario Donald Trump aparecen hasta ahora como los posibles rivales del actual presidente, eso sin contar a la señora Sarah Palin, que sin duda alguna será una feroz rival en la primarias republicanas de 2012. Pero por ese lado nada, o mejor dicho nada de nada. Los republicanos si bien es cierto lograron hacerse con el control de la Cámara de Representantes en las últimas elecciones parlamentarias, no han podido generar una verdadera oposición popular al gobierno en ejercicio, y fuera de eso el llamado "Tea Party" acabó por etiquetarlos como furibundos exponentes de las ultraderecha, lo cual ha espantado a muchos respublicanos moderados y personas de la denominada centro-derecha.  

En el partido demócrata al parecer Obama tiene las cosas ganadas, Hillary Clinton no estaría dispuesta a retar a su actual jefe, y tampoco aparecen otros que quieran disputarle ese puesto al actual presidente. Aunque en los próximos meses posiblemente aparezcan rivales a Obama en el partido demócrata si las cosas siguen mal para el mandatario. En las toldas republicanas sí hay más movimiento, y si los marcadores de desempleo siguen como están, muchos candidatos estarán por esos lados en la primarias de ese partido.

Obama ya empezó a recoger fondos para la campaña de 2012, quiere ser nuevamente presidente, sin embargo, las coyunturas internas y externas no se presentan fáciles y dóciles para Estados Unidos, cualquier cosa podría pasar en estos dos años, y muchas sorpresas podrían estar a la vuelta de la esquina en la política estadounidense.

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