¿Por qué Peñalosa?


Voy a votar por Enrique Peñalosa para Alcalde Mayor de Bogotá, el 25 de octubre de 2015. ¿Por qué? Me parece que es la persona más preparada académicamente de todos los candidatos a ocupar este cargo; me parece que cuando fue alcalde lo hizo bien; y sobre todo, que tiene liderazgo, y que ya demostró que es capaz de tomar decisiones difíciles, aunque impopulares.

Bogotá está demasiado desordenada, en el tema del transporte, de la seguridad, del aseo, y de casi todos los otros temas. Gustavo Petro tal vez llegó con buenas intenciones a la alcaldía pero francamente este cargo le quedó grande, ¿por qué? Porque a diferencia de Peñalosa nunca había estado en un cargo público de tan alta responsabilidad administrativa. Petro fue representante a la Cámara y senador, pero nunca había tenido una responsabilidad en la rama ejecutiva de tanta importancia. Peñalosa, en cambio, ya fue alcalde, y antes de serlo tenía fama de buen administrador y de ser un ejecutivo exitoso en el sector privado.

Hoy, en 2015, la situación de la capital colombiana es preocupante. Las cifras de inseguridad son alarmantes, la incertidumbre sobre el futuro de la ciudad en materia de movilidad es inconcebible, y los ciudadanos en general tienen la percepción de que vivimos en un chiquero.

Peñalosa, cuando fue alcalde, le dio un giro de ciento ochenta grados a Bogotá. Mockus se había enfocado en la cultura ciudadana, en ahorrar plata, y Peñalosa se gastó esa plata construyendo ciclo-rutas, parques, bibliotecas, pintando barrios, construyendo andenes, colocando bolardos, y lo mejor, puso en marcha el Transmilenio.

“Tenemos que escoger: una ciudad para los carros o una ciudad para la gente” ha afirmado el exalcalde en diferentes foros, entrevistas, conferencias, seminarios, debates, etc. Todo se reduce a un problema filosófico, ¿queremos que Bogotá funcione bien para los que se movilizan en carro, o queremos una ciudad para todos? Peñalosa mismo responde esta pregunta: queremos una ciudad para la gente. Una ciudad que sea ordenada en el tema del transporte, de la seguridad, del aseo, de la educación, de la salud, etc. Una ciudad confeccionada para el interés general y no solo para el interés de algunos cuantos.

El tema del carro es un punto candente porque en Colombia la gente ama el carro, adora el carro, el automóvil es un símbolo de ascenso social, y tratar de desestimular su uso es un pecado en este país; Peñalosa lo está haciendo y por eso se ha ganado tantos enemigos. Tanta gente que vive del carro, y otra que no vive le ha hecho campaña negra al exalcalde. Pero, en una democracia, el interés general prevalece sobre el interés particular, y a decir verdad, Bogotá se está llenando de carros y no hay suficientes vías para recibir tanto automotor. Tampoco hay plata para construir más vías, más autopistas, más calles; por lo tanto, solo hay una solución: el transporte público, la bicicleta, o caminar.

En cuanto el transporte público Peñalosa afirma que el Transmilenio está muy desmejorado y que toca rehabilitarlo y reconstruirlo por completo; él quiere construir más ciclo-rutas para las bicicletas y mejorar el tema de los andenes para que la gente no tenga que competir con los carros y con las motocicletas. Bogotá tiene que tomar la decisión de hacer el metro o no, Peñalosa dice que sí, pero que debe ser un metro elevado en ciertas zonas, ¿por qué? Porque el suelo de Bogotá no da para un metro subterráneo.

Peñalosa quiere construir más parques, más colegios, más troncales de Transmilenio y para eso se requiere que haya más inversión en Bogotá a través de los impuestos. No es necesario subir los impuestos, solo hay que conseguir que más gente pague tributos, ¿cómo? Estimulando la llegada de nuevas empresas a Bogotá; que los extranjeros y los nacionales no bogotanos sientan que Bogotá tiene un líder que la maneja, que los delitos son castigados, que hay mano dura contra los corruptos; mejor dicho, se necesita hacer que la gente cumpla con la ley. Eso es lo que busca Peñalosa, hacer que la gente cumpla con la ley. El problema es que la gente en Colombia hace lo que se le da la gana, y cuando alguien viene a sancionarlos o a castigarlos se les tacha de derechistas, fachistas, autoritarios, dictadores, o psico-rígidos; no, Bogotá necesita autoridad y orden, para que se pongan tras las rejas a los hampones que azotan nuestra ciudad. Eso es lo que quiere Peñalosa, hacer que se cumpla con la ley y castigar a los hampones, para crear un clima de seguridad, de armonía, de orden, en Bogotá.

Peñalosa ya lo hizo bien una vez, y lo volverá a hacer bien; no hay tiempo para improvisar, para colocar aficionados en un cargo tan importante, y sobre todo, que Peñalosa es uno de los más calificados expertos en temas de urbanismo del mundo, ¿cómo vamos a desaprovechar esa oportunidad? ¿Cómo vamos a elegir a un aprendiz, cuando podemos tener al maestro? Peñalosa, es el hombre, no lo duden; no trabajo en su campaña formalmente, no tengo interés algunos egoísta en que quede de alcalde; solo pienso que es el mejor de los candidatos que actualmente se están disputando este cargo. 

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